Lo atamo' con alambre (le ponemo' cualquier sobre)

En el post anterior comenté que cuando éramos chiquitas y recién empezábamos con los papeles, no nos importaba mucho cambiar un papel con su sobre o sin él. Cuando digo esto no me estoy refiriendo sólo al hecho razonable de si a la chica no le quedaron sobres repetidos del papel que quiero (cosa habitual en sets que traen el doble de hojas que de sobres) le cambio igual la hoja sola que algo es algo. Si el sobre de un papel mucho no nos gustaba, pediamos la hoja sola. Y si nos pedían sólo la hoja o sólo el sobre de un conjunto, lo desarmábamos sin pensar si luego nos quedaban quichicientas hojas sueltas. Me acuerdo por ejemplo que estos conjuntos de Sarah Kay que teníamos casi todas

traían sobres lisos, amarillos o rosas. Como no tenían dibujito, decidí que "no valían" y los cambié todos.  Hoy estrangularía a mi yo del pasado por cometer esa boludez. 

A lo mejor este hecho de que muchos papeles trajeran un sobre liso, de color pero liso, haya tenido parte de culpa en un pecado aún mayor: el de encajarle cualquier sobre a un papel para tener un conjunto. Naturalmente que si escribo una carta en un papel decorado y, sea porque se me acabaron los sobres correspondientes o porque ese papel viene de un bloc y no de un set, lo envío en un sobre ajeno, no pasa nada. Incluso cada quién es dueña de ponerle un sobre ajeno a los papeles que guarda para sí misma. Lo que sí que no acepto de ningún modo, por engañoso, es colocarle un sobre cualquiera a un papel que no lo tiene para poder cambiarlo como si fuera un conjunto. Es como meterle a un coche el motor de otro.

Y no sólo es técnicamente una estafa: es una práctica que me aterra porque es tan fácil de cometer. Tan fácil, de hecho, cuando hay un mercado ávido, que los mismos distribuidores de papeles de carta la perpetraron de manera incluso más evidente que nosotras, que apenas reemplazando el sobre rosa "de fábrica" con otro del mismo color pero suelto ya nos quedábamos tan anchas. Tan fácil que, de la mayoría de papeles que tengo y cuyo sobre puede que no sea el original, me di cuenta recién de grande. Y lo peor es que en algunos casos es alevoso:


Estos son dos papeles de la misma serie. Quien compra sólo el primero y no conoce la marca capaz que se cree que ese sobre con manchitas de colores fue pensado para ese papel. Pero a las que sí la conocemos nos saltan todas las alarmas, porque sabemos que los otros tienen sobres como los del segundo papel. La marca es Segyesa, coreana, de formato y diseños similares a sus coterráneas Little Fancy y MIK que se encontraban en cualquier comercio del ramo en la Buenos Aires de los noventas. Los dos diseños que muestro acá fueron comprados tal cual.


Otro ejemplo. El dibujo del sobre no tiene nada que ver con el del papel. Y sin embargo lo vendían con este sobre. A veces creo que era una cuestión más de pereza y falta de interés que de viveza criolla, lo que me da tanta o más rabia, pues con el mismo esfuerzo podrían haber hecho algo más criterioso (léase un sobre que combine). Como ejemplo este conjunto de Ed. Magenta:


Que alguien me explique qué coño tiene que ver ese sobre gigante de estrellitas flúo con el osito tierno en tonos pastel de la hoja. Tengo dos más de la misma serie, con idéntico choque estético.

Un caso interesante es una serie preciosa de mediados de los ochentas, con unas nenitas muy bonitas sobre fondos cuadrillé o con otros estampados chiquititos, que en Brasil editó la marca Palacios Line y en Argentina ni idea. En Argentina los papeles en cuestión eran difíciles de conseguir, sobre todo con el sobre. De grande descubrí los homólogos brasileños, y los procuré ávida: los sobres son distintos a los que conocimos en Argentina.


La diferencia de intensidad del color no me interesa demasiado, varía en los otros conjuntos de la serie que tengo y, a décadas de impresos los papeles, es lógico que algunos hayan perdido color (menos lógico es que la pérdida de color sea distinta en la hoja y el sobre).  El sobre me interesa más. El brasileño es más cuadrado, y en la solapa tiene un diseño cuidado repitiendo el estampado y las borduras de la hoja. En el primer conjunto, sólo la solapa está estampada; en el segundo todo el sobre. Descuido o distinta partida, no lo sé.  La versión argentina, entretanto, tiene sobres alargados y cubiertos completamente con el estampado de fondo de la hoja. Lo curioso viene en los conjuntos rosados y rojos de la serie:


La versión brasileña se corresponde con los modelos azules, pero en Argentina ¡le encajaron un sobre rosa liso! Queda el misterio: si tan mezquinos estaban dispuestos a ser con los sobres de esta serie, ¿por qué no ponían sobres lisos en todos los modelos? ¿Por qué no pusieron un sobre de un color que combine con el del papel? ¿Por qué no hacer las cosas bien y hacer sobres estampados para todos los modelos?

¿Y vos? ¿Qué opinás de aparejar papeles con sobres sueltos? 

2 comentarios:

Valy Moon dijo...

Te felicito por el blog Nuri!!!
Te cuento que a mi me paso de comprar los conjuntos que vienen "originalmente" con dos sobres diferentes..Feito!
Con respecto a los sobres lisos y agregarlos a otros papeles para cambiarlos..Debo reconocer que en algún momento en que veía que muchas chicas lo hacían caí en la tentación...Cuestiones de inexperta..
Ahora no lo hago más y si es papel solo, papel solo ..Mil besos!!!:) queda.!
Pd: Me sirvieron mucho tus consejos.!

Valy Moon dijo...

papel solo queda quise decir...Se me traspapelo con el "mil besos", je je..